miércoles, 4 de marzo de 2009

PASANDO CUENTAS

En este juego político actual, donde mucho se comenta, se especula y hasta se pronostica; la Cuba de ayer, hoy mañana se desvanece en la espera. Cincuenta años de incertidumbres, maldades, traiciones y privaciones. Es como si una maldición se hubiese posado encima del pueblo cubano. Un pueblo que ni “Cachita” ha podido sacar de su dolor. Y nadie puede decir que ha sido para bien.

Divisiones de familias, amigos, religiones, clases y la peor aun, más división racial, aunque hoy Cuba parezca un arcoíris de colores, en el fondo, los más marginados van por el color de su piel.

¿Promesas incumplidas, paredones ensordecedores, el exilio, la militancia, el poder popular, cárceles tapiadas, para al final que? Hoy a cincuenta años; estamos con las mismas preguntas y sin respuestas. ¡Cincuenta años en el limbo! Todos hemos confiado en otros, para que nos resuelvan el problema. Y nadie escucha, ni nadie mira donde tiene y debe mirar, hacia el pueblo de la isla esclava.

Hoy, la cúpula castrista ha destituido a sus altos funcionarios, llamándole “traidores” a los que les han seguido por muchos años. Hoy, esos ex funcionarios han pagado cara su lealtad a la revolucion.Cuidaron la revolución para al final, ser acusados de saborear mieles con el enemigo. Y estamos divididos y estamos perdiendo el tiempo, esperando porque los McDonald’s o Berger Kings nos resuelvan el problema. Esperamos por Obama, esperamos por el mundo entero y silencio; oídos sordos. Esperamos por el buche que nos permita regresar más veces y más tiempo, más cantidad y más turismo. ¿Que nos va a resolver? Un alivio, pero no la cura.

Allá, soñando con venir, aquí, soñando con regresar y todos estamos en el mismo punto de partida.

Y el exilio dividido, entre los de ayer, intermedios y presentes. El exilio de ayer, los llamados ”viejos”, “intolerantes” , “mafiosos” e “intransigentes” , los que quieren una Cuba libre y soberana.

Los no se de cuando, si es que va por fechas, pidiendo solo migajas y aperturas y acusando a los demás de querer especular a costa de Cuba. Los que todavía sueñan con un cambio con el mismo sistema y por la misma gente.

Y los de allá, viviendo la tragedia, sin opinión o criterio que expresar, en un limbo de espera y echados a una suerte incierta.

¡Que caro le esta costando a la patria cubana, recuperar su libertad! El mundo mira y no hace nada, más que pedir para sus “intereses económicos o políticos”. Así, no vamos a ninguna parte.

La libertad de Cuba tiene un precio y es el sacrificio de todos por exigir libertad y no aperturas.

Si seguimos como vamos, cada cual será responsable de haber vendido a Cuba, por diferentes medios o creencias. Solo puedo recordar un viejo refrán: “Roma paga a los traidores, pero los detesta”. Cuidado Cuba como Patria, no nos pase al final de la Historia la misma frase:”Cuba paga a los traidores, pero los desprecia”

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