Amnesia en la Brookings Institution
• Acercamiento a quien ha roto todas las reglas y ha pasado por alto las más primordiales normas de respeto a los derechos humanos, sin pedir nada a cambio.
• Aplicación de leyes para mejorar las condiciones de la más longeva dictadura que ha experimentado el continente americano.
• Quitar los controles, abrir la convivencia, implantar medidas al margen de la actuación del régimen cubano. Sin restricciones, sin obstáculos al diálogo. ``Dejemos atrás la política hostil [...] El pueblo cubano debe ser el arquitecto de su democracia.''
Estas son grosso modo las recomendaciones de la Institución Brookings en su reporte titulado Política de EEUU hacia una Cuba en transición. Plan para un acuerdo crítico y constructivo elaborado por 19 reconocidas figuras políticas, académicos y líderes de opinión.
Esa incongruencia es desconcertante. Pedir tales beneficios para el régimen cubano sin solicitar cambios, y sin un solo regateo.
Suponer, además, que un pueblo atemorizado y perseguido pueda ser el arquitecto de su democracia es una gran demagogia. ¿En qué se basan para pensar que seres controlados bajo una férrea dictadura sean capaces de determinar su futuro económico y político?
El régimen de La Habana no ha dado señales de querer cambiar ni un ápice su actitud controladora y fascista. Sin embargo, se le quiere favorecer incondicionalmente.
Esta arbitraria lista de solicitudes no mejorará la vida económica ni las libertades de los cubanos.
Aparentemente se sufre de una epidemia de amnesia y existe la disposición de poner la otra mejilla, sin antes sacar a los mercaderes del templo.
Comentario en El Nuevo Herald
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