jueves, 16 de septiembre de 2010

ELISEO GRENET. Compositor



Anton
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Suene el piano y la pequeña voz de Bola de Nieve recita los versos de ‘Vito Manué tu no sabe ingle’. Se escucha ‘¡Ay mama Inés¡’ y el nombre eterno de Rita Montaner sale a su encuentro. Pero si mencionamos a Eliseo Grenet, pocos, muy pocos, sabrían asociar su nombre a estas dos joyas de la música cubana. Es lo que suele ocurrir con los compositores. Sus obras no les pertenecen. Dejan escritas partituras y libretos para la gloria de los que le ponen voces, pasando al anonimato y muchas veces al olvido. Por eso deberíamos preguntarnos, al menos de vez en cuando, de dónde son los autores. A los cantantes de sobra les conocemos. Y a Eliseo Grenet, uno de tantos, se lo debemos. Eliseo Grenet, pianista, y uno de los más famosos compositores y arreglistas de su época, nos dejó una obra universal y amplió el horizonte de la música cubana más allá de sus fronteras. Compuso zarzuelas; musicalizó obras teatrales y películas; incursionó en el jazz; internacionalizó la conga en los circuitos europeos y americanos; creó algunas memorables piezas musicales y, como colofón redescubrió el sucu-sucu. ‘Lamento cubano’, ‘El sitierito’, ‘Si me pides pescao’, ‘Comparsa de los congos’, ‘Negro Bembón’, ‘Tabaco verde’, y maravillosas piezas como sus ‘Motivos del Son’ con poemas de Guillén o los sucu-sucu ‘Felipe Blanco’, y ‘Domingo Pantoja’, que junto a la mencionada ¡Ay, mama Inés!, son una prueba palpable de todo el talento que atesoró a lo largo de su vida. Nicolás Guillén, en una reseña escrita días después de su muerte en 1950, dijo de él que fue “un pedazo del folklore musical de Cuba, un compositor fresco y fácil, cuyo sentido «bachatero» del ritmo expresa una manera que siendo mulata es profundamente criolla y nacional”. Y es cierto. Fue todo ello y quizás algo más. Grenet fue amante fiel a la esencia de la música cubana, y a la complejidad de su mestizaje, que supo trasladar al mundo con un estilo y lenguaje eminentemente universal. Biografía Eliseo Grenet vino al mundo el 12 de junio de 1893, y lo hizo en la Habana. Cuba entonces aún pertenecía administrativamente a España, aunque su corazón ya latía a su ritmo. En 1895, acontecería El “Grito de Baire”, que señalaría el inicio de la guerra y Cuba inauguraría el siglo XX con su Independencia. Son años, pués, convulsos; de cafés, tertulias, crisis económica, y mucha política. Años en los que pronto el niño Eliseo Grenet comienza a mostrar su talento innato para la música. A los cinco inicia los estudios de piano, y a los 9 estrenó en una fiesta escolar su revista musical 'La Geografía Física'. Años de descubrimientos y continúo aprendizaje en el Conservatorio, que pronto compaginaría con esporádicos trabajos. Así, con 12 años, Grenet pasa a amenizar con su piano las películas mudas en el cine La Caricatura, en la calle Galiano , por un dólar diario.






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