martes, 20 de diciembre de 2011
lunes, 20 de junio de 2011
miércoles, 11 de mayo de 2011
Adiós a Mirta de Perales
ARTURO ARIAS-POLO
Aarias-polo@hotmail.com
Mirta de Perales, una de las primeras hispanas en triunfar en Estados Unidos en la industria de la cosmetología, falleció el 3 de mayo en su residencia de Miami Beach, víctima del mal de Alzheimer. Tenía 88 años de edad.
Rica y famosa en Cuba hasta 1962, año en que partió al exilio acompañada por sus dos hijos y con $5 en la cartera, Perales retomó su carrera en Miami tras ganarse la vida arreglando cabezas y pies, tal como en sus años juveniles. Con el tiempo, puso en práctica su experiencia, su olfato para los negocios y su indiscutible carisma y fundó Mirta de Perales Inc., el emporio que distribuye sus productos a nivel nacional y Puerto Rico.
“En Cuba fue millonaria y aquí multiplicó su fortuna”, expresó Maribel Sotolongo, ejecutiva de cuentas de la firma y la persona autorizada por sus hijos a hablar con El Nuevo Herald. “Mirta era muy fuerte y cariñosa a la vez. Sabía todos los detalles de la compañía y exigía al personal que siempre estuviera muy arreglado. Sin embargo, era muy buena, al punto que a muchos empleados les dio el down payment para que compraran sus casas y a los que llegaban de Cuba les facilitaba la manera de comprar su primer carrito. Ella decía que tenía que devolver todo lo que Dios le había concedido. Era muy católica”.
Mirta de Perales Inc. ubicada en Doral, tiene 10 trabajadores. Desde hace una década está dirigida por Mirta C. Perales, de 57 años, hija de la célebre empresaria.
Para el estilista y empresario cubano Samy, De Perales es un orgullo de los hispanos porque estableció su marca en un país desconocido pese a ser mujer, cubana y exiliada. “Mirta pudo hacer realidad su sueño y abrió el camino a personas como yo, que querían seguir sus pasos”, destacó Samy, quien la recuerda como una mujer muy cariñosa y elegante y de la cual siempre recibió palabras dulces. “Ella arrastró su trayectoria desde Cuba, se atrevió a competir en las grandes ligas y tuvo mucho éxito. Sus productos siguen fascinando porque son buenos y exquisitos”.
Otro colega que se inspiró en ella fue Santiago Ruiz, propietario de Santi International & Wave Spa at FIU, quien conoció a Mirta en 1956, cuando ésta tenía su salón en el edificio Naroca de la barriada habanera del Vedado.
“Me daba muy buenos consejos y me insistía en la necesidad de mantenerse al día en las últimas tendencias para no quedarse atrás”, recordó Santi.
Sus colaboradores más cercanos aseguran que cuando Mirta logró establecerse en Miami comenzó a viajar a Nueva York y Puerto Rico para expandir su negocio. En cuanto a su celo por la calidad, pedía los mejores productos en los laboratorios sin reparar en el costo. Y ya famosa en su segundo aire, se los enviaba a Gloria Estefan, Don Francisco y Julio Iglesias, entre otras celebridades. En cuanto a su manera de promover su trabajo se le presentaba a quien no la reconocía y le recomendaba sus productos.
“Mirta se adelantó a su tiempo en técnicas de mercadeo”, señaló Mari Rodríguez Ichaso, cineasta y corresponsal de la revista Vanidades en Nueva York, cuando se remontó a aquellos Cinco minutos con Mirta de Perales, el programa dominical de la televisión cubana que surgió cuando no era frecuente que una mujer promoviera sus productos a través de su propio espacio.
Mirta Raya, conocida internacionalmente por el nombre Mirta de Perales, nació el 2 se septiembre de 1922 en Rancho Veloz, Las Villas, Cuba, donde solía cortarle el pelo a sus vecinas a cambio de un pago ínfimo, mientras su madre trabaja en la capital de empleada doméstica. “Cuando reunió algunos centavos le pasó un telegrama a su mamá que decía ‘¡mamá, ven, que ya estamos ricos!’ ”, evocó su ejecutiva de cuentas.
A los 14 años, Mirta decidió abrirse paso en La Habana, donde colocó un anuncio en un periódico en el que ofrecía sus servicios de peluquera y manicura a domicilio, sin conocer la ciudad. Hasta que conoció a Benito Perales, un farmacéutico 10 años mayor que ella con el que se casó el 6 de enero de 1944 en la iglesia Nuestra Señora del Carmen. Andando el tiempo la pareja tuvo dos hijos y consolidó la firma de productos para el cabello que la haría famosa. Se separó a principio de los década de 1960.
En 1962 la empresaria se marchó de Cuba “para no volver” con sus hijos tras sufrir un arresto de nueve días en la fortaleza de El Morro por negarse a abandonar su salón de belleza ante el temor de que fuera expropiado por el gobierno comunista, lo que finalmente sucedió.
Luis Cuervo, subdirector de la Cámara de Comercio Latina en Estados Unidos (Camacol), destacó que De Perales “marcó pauta y se convirtió en un símbolo de su comunidad mientras se mantuvo activa”. Y en el plano personal, “era una mujer muy sociable, aunque no daba mucho acceso a su vida privada”.
El legado de Mirta de Perales fue reconocido por el presidente Ronald Reagan en una ceremonia en La Casa Blanca donde éste le dijo en su discurso: “tú eres el sueño americano”.
Los servicios fúnebres de la empresaria se realizaron de manera privada en la Iglesia de Saint Kevin. Su hijo, el sacerdote Jorge Perales, de 59 años, ofició la misa de réquiem. Aparte de sus hijos, le sobreviven sus nietos Jorge y Cristina Echevarría.
Rica y famosa en Cuba hasta 1962, año en que partió al exilio acompañada por sus dos hijos y con $5 en la cartera, Perales retomó su carrera en Miami tras ganarse la vida arreglando cabezas y pies, tal como en sus años juveniles. Con el tiempo, puso en práctica su experiencia, su olfato para los negocios y su indiscutible carisma y fundó Mirta de Perales Inc., el emporio que distribuye sus productos a nivel nacional y Puerto Rico.
“En Cuba fue millonaria y aquí multiplicó su fortuna”, expresó Maribel Sotolongo, ejecutiva de cuentas de la firma y la persona autorizada por sus hijos a hablar con El Nuevo Herald. “Mirta era muy fuerte y cariñosa a la vez. Sabía todos los detalles de la compañía y exigía al personal que siempre estuviera muy arreglado. Sin embargo, era muy buena, al punto que a muchos empleados les dio el down payment para que compraran sus casas y a los que llegaban de Cuba les facilitaba la manera de comprar su primer carrito. Ella decía que tenía que devolver todo lo que Dios le había concedido. Era muy católica”.
Mirta de Perales Inc. ubicada en Doral, tiene 10 trabajadores. Desde hace una década está dirigida por Mirta C. Perales, de 57 años, hija de la célebre empresaria.
Para el estilista y empresario cubano Samy, De Perales es un orgullo de los hispanos porque estableció su marca en un país desconocido pese a ser mujer, cubana y exiliada. “Mirta pudo hacer realidad su sueño y abrió el camino a personas como yo, que querían seguir sus pasos”, destacó Samy, quien la recuerda como una mujer muy cariñosa y elegante y de la cual siempre recibió palabras dulces. “Ella arrastró su trayectoria desde Cuba, se atrevió a competir en las grandes ligas y tuvo mucho éxito. Sus productos siguen fascinando porque son buenos y exquisitos”.
Otro colega que se inspiró en ella fue Santiago Ruiz, propietario de Santi International & Wave Spa at FIU, quien conoció a Mirta en 1956, cuando ésta tenía su salón en el edificio Naroca de la barriada habanera del Vedado.
“Me daba muy buenos consejos y me insistía en la necesidad de mantenerse al día en las últimas tendencias para no quedarse atrás”, recordó Santi.
Sus colaboradores más cercanos aseguran que cuando Mirta logró establecerse en Miami comenzó a viajar a Nueva York y Puerto Rico para expandir su negocio. En cuanto a su celo por la calidad, pedía los mejores productos en los laboratorios sin reparar en el costo. Y ya famosa en su segundo aire, se los enviaba a Gloria Estefan, Don Francisco y Julio Iglesias, entre otras celebridades. En cuanto a su manera de promover su trabajo se le presentaba a quien no la reconocía y le recomendaba sus productos.
“Mirta se adelantó a su tiempo en técnicas de mercadeo”, señaló Mari Rodríguez Ichaso, cineasta y corresponsal de la revista Vanidades en Nueva York, cuando se remontó a aquellos Cinco minutos con Mirta de Perales, el programa dominical de la televisión cubana que surgió cuando no era frecuente que una mujer promoviera sus productos a través de su propio espacio.
Mirta Raya, conocida internacionalmente por el nombre Mirta de Perales, nació el 2 se septiembre de 1922 en Rancho Veloz, Las Villas, Cuba, donde solía cortarle el pelo a sus vecinas a cambio de un pago ínfimo, mientras su madre trabaja en la capital de empleada doméstica. “Cuando reunió algunos centavos le pasó un telegrama a su mamá que decía ‘¡mamá, ven, que ya estamos ricos!’ ”, evocó su ejecutiva de cuentas.
A los 14 años, Mirta decidió abrirse paso en La Habana, donde colocó un anuncio en un periódico en el que ofrecía sus servicios de peluquera y manicura a domicilio, sin conocer la ciudad. Hasta que conoció a Benito Perales, un farmacéutico 10 años mayor que ella con el que se casó el 6 de enero de 1944 en la iglesia Nuestra Señora del Carmen. Andando el tiempo la pareja tuvo dos hijos y consolidó la firma de productos para el cabello que la haría famosa. Se separó a principio de los década de 1960.
En 1962 la empresaria se marchó de Cuba “para no volver” con sus hijos tras sufrir un arresto de nueve días en la fortaleza de El Morro por negarse a abandonar su salón de belleza ante el temor de que fuera expropiado por el gobierno comunista, lo que finalmente sucedió.
Luis Cuervo, subdirector de la Cámara de Comercio Latina en Estados Unidos (Camacol), destacó que De Perales “marcó pauta y se convirtió en un símbolo de su comunidad mientras se mantuvo activa”. Y en el plano personal, “era una mujer muy sociable, aunque no daba mucho acceso a su vida privada”.
El legado de Mirta de Perales fue reconocido por el presidente Ronald Reagan en una ceremonia en La Casa Blanca donde éste le dijo en su discurso: “tú eres el sueño americano”.
Los servicios fúnebres de la empresaria se realizaron de manera privada en la Iglesia de Saint Kevin. Su hijo, el sacerdote Jorge Perales, de 59 años, ofició la misa de réquiem. Aparte de sus hijos, le sobreviven sus nietos Jorge y Cristina Echevarría.
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Adiós a Mirta de Perales
sábado, 7 de mayo de 2011
miércoles, 4 de mayo de 2011
El marañón, una fruta perdida
Si un "logro" debemos a la revolución de los hermanos Castro, es la desaparición de frutas desde siempre conocidas y consumidas en Cuba. Y que al perderse de puestos y mercados, hoy son desconocidas por las nuevas generaciones de cubanos.
Una de ellas es el marañón, muy apreciado por su semilla, tan rica, nutritiva y sabrosa como el maní, la almendra o la avellana. Los habaneros solíamos comprar semillas de marañón tostadas, calienticas y por libras, en cualquiera de los varios Ten Cent existentes en la ciudad.
Con ese nombre también le conocen en Perú, Colombia y Costa Rica. En Venezuela al marañón le llaman merey. En España, anacardo; en México, nuez de la India y en República Dominicana, cajuil. En otros países lo identifican con nombres tan variados como jacote, alcayoiba, caracolí, casoy, nuez de caoba, panjí, oacajú, cayutero... Cashew le dicen en inglés, y anacardier en francés.
Brasil es uno de los mayores productores y su castanha de caju (foto) goza de fama mundial.
El marañón es muy rico en vitamina C y de sus propiedades medicinales se dice que es afrodisíaco, estimulante de la memoria y antioxidante. Su corteza y sus hojas son utilizadas en cólicos estomacales, inflamaciones, neuralgias, insomnio, diabetes, hemorroides y psoriasis. La resina sirve para curar y cicatrizar lesiones cutáneas.
Tras décadas perdido de los campos cubanos, en la Isla han empezado a sembrar marañón. Ojalá no sea sólo por cumplir metas. Y aunque apriete la boca, como dicen nuestros guajiros, no vuelva a faltarle a la población. Dejamos de verlo en las matas y sólo algunos campesinos lo seguían consumiendo, pero simbólicamente no desapareció. En Pinar del Río, La Habana, Las Tunas, Holguín y Guantánamo, entre otras localidades, existen pueblos, ríos y lomas nombrados Marañón.
Tanto su pulpa como su semilla se utilizan en la confección de las más variadas recetas, saladas o dulces. Aunque ninguna como el turrón que hacían -y todavía deben hacer- en Trinidad, patria chica del marañón criollo.
Pese a no ser una fruta tan extendida como la piña, el mango o la guayaba, le sirvió de inspiración al compositor Jesús Guerra, nacido en Cienfuegos en 1920, radicado en Francia desde los años 40 y autor de canciones populares como Bigote de gato. En 1953, Benny Moré interpretaría su número Semilla de Marañón.
Fotos: José Jaime Araujo y Santinha, Flickr.
lunes, 25 de abril de 2011
Zoé Valdés: de La Habana a París, de la dictadura a la libertad, de la nada al todo
Armando de Armas / martinoticias.com
Foto: Attys L. Vega Valdés
"Creo en la relación directa del cuerpo con la escritura, la desnudez en literatura no es mostrar los secretos, sino envolverse aún más en el misterio".
Zoé Valdés, como hemos apuntalado en una entrevista anterior, no necesita presentación alguna pero, no obstante, recordemos que ganó en 2003 el Premio Fernando Lara de Novela con Lobas de Mar y que en 2004 se alzó con el Premio de novela Ciudad de Torrevieja con La eternidad del instante, dos de los más prestigiosos y mejor remunerados entre los galardones de las letras iberoamericanas. Además de una larga lista de otros premios, distinciones y reconocimientos por una obra que abarca poesía, ensayo, narrativa y cine.
La escritora, que además lleva un blog y es una activista infatigable a favor de las libertades en Cuba, se dio a conocer en 1995 en el mercado editorial con su novela La Nada Cotidiana, dotada de unos personajes memorables, Gusana, Traidor, El Nihilista, Yocandra, que ahora, más de una década después, regresan para configurar el universo de el Todo Cotidiano, 2010, en las nuevas circunstancias de la libertad ganada y la pérdida, por otro lado, que supone el exilio, sumas y restas para unas existencias truncas por la cuchilla, catástrofe de la historia abatida sobre una isla a la manera de la modernidad concentracionaria, es decir, marxista y revolucionaria.
Con motivo de la reciente presentación en la ciudad de Miami, en el Centro Literario de la Florida, de la novela el Todo Cotidiano, Armando de Armas realizó la siguiente entrevista a Zoé Valdés para MartiNoticias.
MN. ¿Qué diferencias pudiera establecer entre la Yocandra de La nada cotidiana y la Yocandra del Todo cotidiano?
ZV. Yocandra (la del Todo cotidiano) es una mujer madura, y fatigada, muy cansada de sentirse usada y manipulada por la dictadura. Llega al exilio harta, le quedan pocas ilusiones, aunque sigue creyendo que lo más importante es la libertad. Es un personaje menos reflexivo, más impulsivo, porque no puede calcular el tiempo que le quede y le urge que las cosas cambien para ella y para su país. Al mismo tiempo posee una visión más amplia del mundo, de su vastedad, y del pequeño sitio que ella ocupa en el mismo.
MN. ¿Y el El Nihilista, qué hace con el El Nihilista, lo mete en prisión?
ZV. El Nihilista se quedó en Cuba, es un opositor, y cae en prisión debido a un descuido de la misma Yocandra, y por culpa de un chivatazo de otro personaje dentro de la trama. El Nihilista es uno de los personajes que más amo de esa historia.
MN. ¿Pudiera verse el Todo cotidiano como la segunda parte de La nada cotidiana?
ZV. Es una segunda parte, aunque independiente, puede leerse de forma independiente. Yo no quería dejar a algunos personajes dentro del horror, recomiéndose de angustia. Deseaba salvarlos, como mismo me salvé yo.
MN. ¿Ese título, el Todo cotidiano, pudiera referirse a la realización, plenitud que sólo es alcanzable, con suerte, en libertad?
ZV. Sí, El Todo Cotidiano es la libertad, la ilusión de libertad, lo alcanzable por fin, y también la abundancia, que amarga y perjudica en ocasiones, y cómo a veces no sabemos qué hacer con la libertad, trauma heredado de la dictadura.
MN. ¿Pero, a su vez, el exilio, único modo al presente de alcanzar la plena libertad en el caso cubano, no representa en sí mismo una pérdida que descompleta en alguna medida el Todo alcanzado?
ZV. El exilio no es un regalo, es un castigo, poro al mismo tiempo es la libertad, o la ilusión de libertad. La conciencia de lo que somos, por fin la verdad.
MN. ¿Qué siente al presentarse nuevamente en Miami?
ZV. Miami es una ciudad de mucha luz, en todos los sentidos. Con Milagro en Miami dejé claro mi admiración por ella, y también lo he dicho en muchas entrevistas. Me siento emocionada, claro, y con mucha curiosidad de encontrar amigos nuevos, y siempre a los mismos de toda la vida, de ver cómo han evolucionado.
MN. Alguna vez, creo recordar, declaró que gusta de escribir sus obras desnuda. ¿Todavía lo hace?
ZV. Sí, no, ahora escribo en refajo de encaje, con una máscara de encaje y guantes de seda... Es una broma.
MN. ¿Qué relación establece entre desnudez y escritura?
ZV. Creo en la relación directa del cuerpo con la escritura, la desnudez en literatura no es mostrar los secretos, sino envolverse aún más en el misterio. Prefiero que sean los personajes los que vayan despojándose de sus máscaras, de su ropa interior, de sus pieles.
MN. Y... perdone usted que pase de la desnudez del cuerpo a la desnudez del alma, pero... ¿Qué piensa del recién concluido VI Congreso del Partido Comunista Cubano?
ZV. El Congreso es otra farsa más del castrocomunismo. Que lo crean los periodistas extranjeros es comprensible, cada vez menos, pero que lo crean los propios cubanos es la sinrazón absoluta.
sábado, 16 de abril de 2011
¡Otra obra orgullo de Cuba republicana!
Casa Cuna
by Arnaldo Iglesias on Thursday, April 14, 2011 at 1:21pm
Fotografías de la amadísima y bendita Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana.
Nosotros cantábamos la lotería en Cuba.
Esa era nuestra casa donde nos criaron, nos alimentaron y nos hicieron hombres y mujeres de bien. Donde jamás nos faltó nada. Donde éramos ricos. Si, éramos huérfanos, pero teníamos lo que podían tener los más ricos, y lo teníamos en abundancia y con mucho amor.
Son imágenes de la década del cuarenta y cincuenta, que si algún hermano de la Casa Cuna las ve, va a ser un regalo inmensamente grande sentimentalmente."
– Eddy Manzano
Este mes de abril los ex-alumnos de nuestra amadísima Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana, Cuba, de la Cuba romántica y democrática de las décadas del cuarenta y cincuenta, recordamos con nostalgia este hermoso mes de abril.
Para nosotros, todos los hermanitos que allí nos criamos con toda la abundancia y cuidados médicos y disfrutes de todo tipo.
Les mando un abrazo inmenso y un beso a todos mis hermanitos que allí nos criamos. Besitos en el cielo a Sor Mercedez, Sor Antonia, Sor María, Sor Beatriz, Sor Hipólita, Sor Rosa Hong la superiora, Sor Flora, al Padre Félix, al Padre Boza, y a todos los que nos ayudaron a crecer felices hasta la mayoría de edad.
¡Bendito sea Dios por siempre en nuestros recuerdos!
– Eddy Manzano
Por favor compartan esta nota con sus familiares y amigos.
lunes, 11 de abril de 2011
martes, 5 de abril de 2011
viernes, 1 de abril de 2011
MEMORIAS DE UNA ABUSADA POR: Iliana Curra
Estando en prisión conocí a muchas mujeres que cumplían condena por haber asesinado a sus esposos. Mujeres maltratadas, golpeadas brutalmente que, la única forma que encontraron para terminar con ese infierno, fue matar. Ellas viven en Cuba, la sociedad que muchos creen perfecta. A todas les ded...ico este relato de ficción.
Anoche se apareció. Me miraba profundamente. Tal parece que estaba arrepentido, aunque no me lo dijo. Solo me miraba. Quizás la soledad donde se encuentra lo esté haciendo reconsiderar su actitud para conmigo. ¡Tanto abuso! ¡Tantos años de horror viviendo con él! ¡Me dan escalofríos nada más de recordarlo!
Pero anoche fue diferente. Me vinieron a la memoria aquellos años en que lo conocí. Cuando su mirada era dulce y cariñosa. Fue cuando empezó a enamorarme y decirme cosas bonitas. Ya después todo fue diferente.
Cuando él llegó, yo no estaba dormida. Solo estaba echada en el camastro. Pensaba en mi vida que nunca lo fue. Por eso lo miré con odio cuando se asomó entre los barrotes fríos de mi celda. Estaba pálido y ojeroso. Se veía cansado y abatido. Arrastraba sus pies al andar. Algo que nunca hizo, pues sus pisadas siempre fueron fuertes y precisas. Como si coordinara cada paso con el sonido de sus tacones. Aún recuerdo aquellas pisadas enérgicas que tanto miedo me daban. Según sentía sus pasos, sabía que venía violento o bebido. O las dos cosas. Aunque había veces en que sólo llegaba bebido, pero no tan violento. Era cuando me exigía que hiciera el sexo con él. Así, sin preparación alguna. Era como descargar sus deseos libidinosos dentro de mí, sin importarle lo que yo sentía. Jamás le importó.
Pero, al menos, no me golpeaba. Aunque tengo que reconocer que me sentía tan humillada y tan mal como cuando me pateaba o me daba puñetazos que luego me dejaban la cara y los ojos hinchados. Al principio fue difícil. Me daba vergüenza salir a la calle, pero luego me fui acostumbrando. Como si fuera natural que mi esposo tuviera que golpearme, porque era parte de sus objetos personales. Yo era, además, su objeto sexual.
Anoche había frío. Por la pequeña ventana de la celda podía ver la inmensa oscuridad de afuera. El viento soplaba haciendo un ruido enorme. Me sentí bien al estar abrigada con mi vieja colcha. Peor estaba él. Amarillento y exangüe. Reflejando una tristeza más allá de lo normal. No recuerdo haberlo visto así jamás. En otros momentos hubiera levantado la colcha y se hubiera acostado a la fuerza a mi lado, aunque yo no quisiera. Con ese salvajismo que siempre lo caracterizó, y hubiera abusado de mí, como siempre hacía. Pero esta vez, no. Esta vez solo me miraba sin hablar. ¡Tenía miedo!
Quise sentir lástima, pero no pude. Me he vuelto una mujer dura. Quizás sea por todo lo que he tenido que vivir. Nadie pudiera imaginarlo, ni siquiera por unos segundos. Ya no conozco la piedad. Solo siento resentimientos que me son imposibles de evadir cuando lo veo. Todavía siento mucho odio. Me lastiman sus golpes. Me invade la rabia. Me duele la vida…
Estuvo ahí parado por mucho tiempo. Solo me miraba como ansiando algo que no pude entender. No creo que sea misericordia. Alguien como él no entiende de eso. Sus ojos vacíos miraban más allá de mí. Traspasaban mi cuerpo hasta llegar a la pared. Parecía un niño perdido en la inmensidad de una noche oscura y tenebrosa. Tenía miedo. ¡Él, tenía miedo!
Hoy por hoy estoy encerrada. Cumpliendo una condena por algo que llamaron asesinato. El juez, quien aparentemente no sabe lo que es que abusen de él, pidió una condena de 20 años. Como si los 20 años anteriores que viví casada no hubieran sido una condena también. Pero el juez solo sabe de leyes y sanciones absurdas. No entiende. No puede.
Dice que fue con alevosía y ensañamiento, pero yo no recuerdo. Solo puedo repasar en mi mente aquel momento en que levantó su mano y un puñetazo en el rostro fue como si me apagaran la luz. Cuando volví en mí, estaba tirada en el suelo. Sus patadas me hicieron volver a la vida. ¡Qué digo yo la vida! ¡A la agonía! Ya estaba cansada. Mi cuerpo ha recibido innumerables golpizas a lo largo de todos estos años. Tengo marcas que denuncian la crueldad con que me trataba. Pero de nada sirvieron. ¡20 años!
Pasaron unos minutos que parecían horas. Lo sentía beber. Era lo de siempre, lo de casi todos los días. Luego, cuando ya había vaciado la botella, vino hasta mí. Yo apenas podía moverme de los dolores. Tirada en el suelo y sin ayuda. Mis vecinos estaban habituados a escuchar esas golpizas a cada rato. Al principio, intentaron intervenir, pero era peor. Después lo dejaron por incorregible, y a mí en el desamparo más grande que tenga mujer alguna. Mi familia, lejos de apoyarme, se alejó todo lo que pudieron. En el fondo, creo que también le temían.
Fue entonces cuando lo sentí encima de mí. Trataba de forzarme una vez más, pero era tanto el alcohol que había ingerido que apenas tenía control de sí mismo. Pude moverme, no sé cómo. El cuerpo me dolía tanto que creí no poder levantarme jamás. Me sentí menos que nada. Tuve un miedo espantoso, pero a la misma vez, un coraje inmenso. Me viré como una fiera acorralada. Él intentó levantarse y se abalanzó nuevamente. Una nube densa y oscura me turbó la mente. Apenas puedo recordar lo qué sucedió.
Dice el fiscal que el cuchillo penetró directo al corazón. Apenas salió sangre porque, aparentemente, tuvo una hemorragia interna. Sus ojos, dominantes y duros, perdieron el brillo. Yo perdí la mente.
No sé exactamente cómo fueron los hechos. Solo puedo recordar sus ojos sin luz, y el asombro en un rostro acostumbrado a golpear y vencer. Luego, no sé cuánto tiempo pasó, alguien me llevó un vaso de agua, y la casa se llenó de policías.
En el piso había un cadáver. Estaba tapado con una sábana blanca y sus pies sobresalían. Alguien trataba de decirme algo que yo apenas entendía. De pronto miré hacia la puerta y choqué con los ojos de mis hijos. Me miraban con lástima. Pasaron por al lado del cadáver de su padre y ni siquiera voltearon la cara para verlo. Llegaron hasta mí y me abrazaron. Recuerdo ese abrazo como lo más agradable que me ha pasado en la vida.
Un agente uniformado me puso unas esposas en las manos. Caminé lentamente y miré al suelo. No sentí compasión. Sentí sosiego. A partir de ese momento tengo esa misma sensación de paz interna sin arrepentimientos absurdos. Dice el Fiscal que lo hice premeditadamente. ¡Qué demonios sabrá él lo que es quitarse de encima a un borracho abusador!
Y anoche vino. Parecía una sombra siniestra en busca de luz. Ya no le temo. Perdí el miedo desde aquel momento en que lo vi tirado en el suelo.
Mis hijos han empezado a vivir sin el atropello de un padre abusador y violento que nunca los quiso. Yo tuve la culpa. Nunca debí permitir que todo eso sucediera. Pero ellos están a tiempo. Son jóvenes. Mi sacrificio estará compensado en la libertad que ahora tendrán de vivir sin miedo. En el regocijo que siento cuando noto en sus ojos una dulzura que nunca antes había visto.
A veces tienen que suceder cosas horribles para que te des cuenta que la vida no sólo era lo que tenías. Para darte cuenta de que, más allá de lo que te habías procurado, existían otras cosas importantes.
Ahora presiento que no volverá, sabe que no le temo. Que ya nada es igual. Andará vagando entre las sombras de la muerte buscando la luz que nunca supo irradiar a los suyos. Será su castigo.
Sigo pensando que soy culpable de todo lo que ha sucedido, pero a partir de ahora tendré que dejar de ser la víctima que siempre he sido para empezar a vivir. No importa que sea detrás de unas rejas. Aún así, ahora soy libre.
miércoles, 23 de marzo de 2011
Fallece la actriz Elizabeth Taylor a los 79 años
Una de las últimas leyendas de Hollywood, Elizabeth Taylor, la actriz de los ojos violeta, ha fallecido a los 79 años. El anuncio lo ha hecho su agente a las cadenas de televisión estadounidenses. La actriz llevaba dos meses ingresada en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles, donde estaba siendo tratada por síntomas de insuficiencia cardiaca congestiva. Taylor, ganadora de dos Oscar, fue pionera en Hollywood, y una de sus mayores abanderadas, en la lucha contra el sida -desde la muerte en 1985 del actor Rock Hudson estuvo al frente de numerosas campañas de recaudación de fondos para luchar contra la enfermedad-.
FFilmografía selecta de Liz Taylor
miércoles, 16 de marzo de 2011
LIBERTAD PARA ARMANDO SOSA FORTUNI Y PARA TODOS LOS PRESOS POLITICOS ENCARCELADOS.
Se puede discrepar de los métodos de lucha.........
Lo que no se puede es, olvidar a ningún preso político.
Se puede ser disidente o militar como oponente.
Lo que no se puede es ser indolente.
Olvidadizo o indiferente.
"Haga cada uno su parte de deber, y nada podrá vencernos." .
PROHIBIDO OLVIDAR
sábado, 12 de marzo de 2011
jueves, 3 de marzo de 2011
"CURIOSIDADES CUBANAS" Y SU ORIGEN
Para la gente que le gustan estas cosas y quieran saber el origen de todo
El origen del fufú de plátano:
¿Ha comido usted alguna vez el fufú de plátano?
¿Ha comido usted alguna vez el fufú de plátano?
Según Don Fernando Ortiz, el gran investigador del folclore cubano, durante la dominación inglesa en Cuba, después de la toma de La Habana, entraron muchos esclavos llevados por los ingleses. La comida que normalmente se daba a los esclavos era plátano hervido y machacado y se cree que esta forma de comerlo venía de Ghana y Sierra Leona. Los negreros ingleses acostumbraban a decir "food,food,food" (comida, comida,comida!), cuando repartían las raciones a los esclavos; de ahí que éstos comenzaran a darle el nombre de "fu-fu".
Este plato se conoce en el Caribe y, en algunos lugares del oriente cubano, como machuquillo, matajibaro, mofongo en Puerto Rico ; y mangu en República Dominicana.
Este plato se conoce en el Caribe y, en algunos lugares del oriente cubano, como machuquillo, matajibaro, mofongo en Puerto Rico ; y mangu en República Dominicana.
Los "Fotingos"
Los cubanos del siglo pasado solían llamar a los automóviles "fotingos", pero es interesante saber el por qué, ya que la palabra no existe en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
En 1908, la Ford Motor Company de los Estados Unidos sacó su famoso Ford Modelo "T". Desde el punto de vista técnico el Ford Modelo "T"
incorporó la modalidad del sistema de tres pedales: embrague, freno y acelerador.
La publicidad de la Ford describía la novedad como el sistema de "foot it and go", es decir, pisar y arrancar.
Los primeros automóviles arribaron a Cuba en 1899 y eran de
fabricación francesa, pero cuando el modelo Ford llegó al país se hizo popular y los criollos comenzaron a usar la palabra "fotingo" (cubanizando la frase "foot it and go") para designar al modelo "T" de la Ford.Tambien le llamaban "tres patas" (embrague, freno y acelerador).
incorporó la modalidad del sistema de tres pedales: embrague, freno y acelerador.
La publicidad de la Ford describía la novedad como el sistema de "foot it and go", es decir, pisar y arrancar.
Los primeros automóviles arribaron a Cuba en 1899 y eran de
fabricación francesa, pero cuando el modelo Ford llegó al país se hizo popular y los criollos comenzaron a usar la palabra "fotingo" (cubanizando la frase "foot it and go") para designar al modelo "T" de la Ford.Tambien le llamaban "tres patas" (embrague, freno y acelerador).
¿Por que los cubanos les llaman a los campesinos "guajiros"?
Durante la guerra de independencia de 1895 en Cuba el
campesinado cubano se unió a las tropas libertadoras que comandaba el
Generalísimo Máximo Gómez, nacido en la bella isla de Quisqueya y por el Apóstol de la libertad de Cuba, Jose Martí y Pérez.
La guerra del 95, como la llaman los cubanos a la guerra de la independencia, ya casi estaba ganada por los mambises (palabra despectiva de los españoles hacia las tropas cubanas). Cuando las tropas norteamericanas desembarcaron en Cuba, le llamaban a los combatientes cubanos War Heroes (héroes de guerra), para el oído de los campesinos y otros cubanos al comando de la tropas sonaba Guajiro. Y por esta razón que el único campesino en toda nuestra América es referido cómo "guajiro".
campesinado cubano se unió a las tropas libertadoras que comandaba el
Generalísimo Máximo Gómez, nacido en la bella isla de Quisqueya y por el Apóstol de la libertad de Cuba, Jose Martí y Pérez.
La guerra del 95, como la llaman los cubanos a la guerra de la independencia, ya casi estaba ganada por los mambises (palabra despectiva de los españoles hacia las tropas cubanas). Cuando las tropas norteamericanas desembarcaron en Cuba, le llamaban a los combatientes cubanos War Heroes (héroes de guerra), para el oído de los campesinos y otros cubanos al comando de la tropas sonaba Guajiro. Y por esta razón que el único campesino en toda nuestra América es referido cómo "guajiro".
El gallo de Morón
Entre los cubanos es popular la frase:" se quedó como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando". Muchos piensan que se trata de un famoso gallo originario en Morón, Provincia de Camagüey , Cuba . Pues bien, la historia es que el Gallo de Morón ni era un gallo, ni era de Morón, ni tuvo que ver con Cuba .
Se trata de una leyenda del siglo XVI, cuando el recaudador de impuestos de Granada se presentó en Moron de la Frontera (Sevilla) a ejercer su oficio. Como el sujeto tenía aspecto de matón y forma de actuar muy grosera se le bautizo como el Gallo de Moron.
Los moronenses se hartaron de los desplantes de aquel gallo y un buen día le atizaron una tunda de palos tan contundente, que éste tuvo que marcharse de Morón sin atreverse a volver por más impuestos. De ese episodio surgió una copla popular que decía: "Anda que te vas quedando / como el Gallo de Moron / sin plumas y cacareando / en la mejor ocasion".
Entre los cubanos es popular la frase:" se quedó como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando". Muchos piensan que se trata de un famoso gallo originario en Morón, Provincia de Camagüey , Cuba . Pues bien, la historia es que el Gallo de Morón ni era un gallo, ni era de Morón, ni tuvo que ver con Cuba .
Se trata de una leyenda del siglo XVI, cuando el recaudador de impuestos de Granada se presentó en Moron de la Frontera (Sevilla) a ejercer su oficio. Como el sujeto tenía aspecto de matón y forma de actuar muy grosera se le bautizo como el Gallo de Moron.
Los moronenses se hartaron de los desplantes de aquel gallo y un buen día le atizaron una tunda de palos tan contundente, que éste tuvo que marcharse de Morón sin atreverse a volver por más impuestos. De ese episodio surgió una copla popular que decía: "Anda que te vas quedando / como el Gallo de Moron / sin plumas y cacareando / en la mejor ocasion".
El origen de los "guatacas"
La azada es un apero de labranza que se utiliza en los campos de Cuba para desbrozar los cultivos, es decir, eliminar las malas yerbas y para despejar las guardarrayas en los campos de caña. Los cubanos la llaman guataca.
También llamamos guataca a esos seres abyectos que se dedican a adular a los poderosos, sobre todo a los gobernantes. El origen de esta palabra se remonta a los tiempos del presidente Machado. Con Machado los aduladores se "pasaron de rosca", como se dice en cubano,en otras palabras estaban en abundancia. Le llamaban el egregio y le construían arcos triunfales a su paso..
El genial caricaturista Ricardo de la Torriente , del semanario satírico " La Política Cómica ", comenzó a publicar unas caricaturas en las que aparecia Machado rodeado de un grupo de aduladores que provistos de azadas o guatacas, precedian al general limpiando la senda que este debia pisar.
El pueblo empezó a llamar a estos aduladores "guatacas" y el mote pegó. Había nacido la palabra guataca y el verbo guataquear.. Desde entonces a todo aquel que adula, "hala la leva" o "hace la pelotilla", se le llamó en Cuba guataca.
También llamamos guataca a esos seres abyectos que se dedican a adular a los poderosos, sobre todo a los gobernantes. El origen de esta palabra se remonta a los tiempos del presidente Machado. Con Machado los aduladores se "pasaron de rosca", como se dice en cubano,en otras palabras estaban en abundancia. Le llamaban el egregio y le construían arcos triunfales a su paso..
El genial caricaturista Ricardo de la Torriente , del semanario satírico " La Política Cómica ", comenzó a publicar unas caricaturas en las que aparecia Machado rodeado de un grupo de aduladores que provistos de azadas o guatacas, precedian al general limpiando la senda que este debia pisar.
El pueblo empezó a llamar a estos aduladores "guatacas" y el mote pegó. Había nacido la palabra guataca y el verbo guataquear.. Desde entonces a todo aquel que adula, "hala la leva" o "hace la pelotilla", se le llamó en Cuba guataca.
La hora de los mameyes
En el léxico cubano hay una frase que muchos usamos sin conocer su significado: "la hora de los mameyes" .
Esta frase, según me cuentan, se originó hace más de doscientos años durante la toma de La Habana por los ingleses. Durante ese episodio los habaneros, con esa costumbre tan cubana de ridiculizar a los que no podemos vencer, dieron en llamar "Mameyes a los soldados ingleses por el color del uniforme que vestían: chaqueta roja-mamey y pantalón negro. Por aquella época La Habana estaba rodeada por un muralla que la protegía de corsarios y piratas. Cada noche a las nueve se disparaba un cañonazo desde la fortaleza del Morro, para avisar a los habaneros que las puertas de la muralla se cerrarían durante la noche. Y como a esa hora los odiosos "mameyes" se hacían más visibles patrullando las calles, los habaneros bautizaron a las nueve de la noche como "la hora de los mameyes" .
Esta frase, según me cuentan, se originó hace más de doscientos años durante la toma de La Habana por los ingleses. Durante ese episodio los habaneros, con esa costumbre tan cubana de ridiculizar a los que no podemos vencer, dieron en llamar "Mameyes a los soldados ingleses por el color del uniforme que vestían: chaqueta roja-mamey y pantalón negro. Por aquella época La Habana estaba rodeada por un muralla que la protegía de corsarios y piratas. Cada noche a las nueve se disparaba un cañonazo desde la fortaleza del Morro, para avisar a los habaneros que las puertas de la muralla se cerrarían durante la noche. Y como a esa hora los odiosos "mameyes" se hacían más visibles patrullando las calles, los habaneros bautizaron a las nueve de la noche como "la hora de los mameyes" .
FIN
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