lunes, 25 de abril de 2011

Zoé Valdés: de La Habana a París, de la dictadura a la libertad, de la nada al todo

Foto: Attys L. Vega Valdés
"Creo en la relación directa del cuerpo con la escritura, la desnudez en literatura no es mostrar los secretos, sino envolverse aún más en el misterio".
Zoé Valdés, como hemos apuntalado en una entrevista anterior, no necesita presentación alguna pero, no obstante, recordemos que ganó en 2003 el Premio Fernando Lara de Novela con Lobas de Mar y que en 2004 se alzó con el Premio de novela Ciudad de Torrevieja con La eternidad del instante, dos de los más prestigiosos y mejor remunerados entre los galardones de las letras iberoamericanas. Además de una larga lista de otros premios, distinciones y reconocimientos por una obra que abarca poesía, ensayo, narrativa y cine.
La escritora, que además lleva un blog y es una activista infatigable a favor de las libertades en Cuba, se dio a conocer en 1995 en el mercado editorial con su novela La Nada Cotidiana, dotada de unos personajes memorables, Gusana, Traidor, El Nihilista, Yocandra, que ahora, más de una década después, regresan para configurar el universo de el Todo Cotidiano, 2010, en las nuevas circunstancias de la libertad ganada y la pérdida, por otro lado, que supone el exilio, sumas y restas para unas existencias truncas por la cuchilla, catástrofe de la historia abatida sobre una isla a la manera de la modernidad concentracionaria, es decir, marxista y revolucionaria.
Con motivo de la reciente presentación en la ciudad de Miami, en el Centro Literario de la Florida, de la novela el Todo Cotidiano, Armando de Armas realizó la siguiente entrevista a Zoé Valdés para MartiNoticias.
MN. ¿Qué diferencias pudiera establecer entre la Yocandra de La nada cotidiana y la Yocandra del Todo cotidiano?
ZV. Yocandra (la del Todo cotidiano) es una mujer madura, y fatigada, muy cansada de sentirse usada y manipulada por la dictadura. Llega al exilio harta, le quedan pocas ilusiones, aunque sigue creyendo que lo más importante es la libertad. Es un personaje menos reflexivo, más impulsivo, porque no puede calcular el tiempo que le quede y le urge que las cosas cambien para ella y para su país. Al mismo tiempo posee una visión más amplia del mundo, de su vastedad, y del pequeño sitio que ella ocupa en el mismo.
MN. ¿Y el El Nihilista, qué hace con el El Nihilista, lo mete en prisión?
ZV. El Nihilista se quedó en Cuba, es un opositor, y cae en prisión debido a un descuido de la misma Yocandra, y por culpa de un chivatazo de otro personaje dentro de la trama. El Nihilista es uno de los personajes que más amo de esa historia.
MN. ¿Pudiera verse el Todo cotidiano como la segunda parte de La nada cotidiana?
ZV. Es una segunda parte, aunque independiente, puede leerse de forma independiente. Yo no quería dejar a algunos personajes dentro del horror, recomiéndose de angustia. Deseaba salvarlos, como mismo me salvé yo.
MN. ¿Ese título, el Todo cotidiano, pudiera referirse a la realización, plenitud que sólo es alcanzable, con suerte, en libertad?
ZV. Sí, El Todo Cotidiano es la libertad, la ilusión de libertad, lo alcanzable por fin, y también la abundancia, que amarga y perjudica en ocasiones, y cómo a veces no sabemos qué hacer con la libertad, trauma heredado de la dictadura.
MN. ¿Pero, a su vez, el exilio, único modo al presente de alcanzar la plena libertad en el caso cubano, no representa en sí mismo una pérdida que descompleta en alguna medida el Todo alcanzado?
ZV. El exilio no es un regalo, es un castigo, poro al mismo tiempo es la libertad, o la ilusión de libertad. La conciencia de lo que somos, por fin la verdad.
MN. ¿Qué siente al presentarse nuevamente en Miami?
ZV. Miami es una ciudad de mucha luz, en todos los sentidos. Con Milagro en Miami dejé claro mi admiración por ella, y también lo he dicho en muchas entrevistas. Me siento emocionada, claro, y con mucha curiosidad de encontrar amigos nuevos, y siempre a los mismos de toda la vida, de ver cómo han evolucionado.
MN. Alguna vez, creo recordar, declaró que gusta de escribir sus obras desnuda. ¿Todavía lo hace?
ZV. Sí, no, ahora escribo en refajo de encaje, con una máscara de encaje y guantes de seda... Es una broma.
MN. ¿Qué relación establece entre desnudez y escritura?
ZV. Creo en la relación directa del cuerpo con la escritura, la desnudez en literatura no es mostrar los secretos, sino envolverse aún más en el misterio. Prefiero que sean los personajes los que vayan despojándose de sus máscaras, de su ropa interior, de sus pieles.
MN. Y... perdone usted que pase de la desnudez del cuerpo a la desnudez del alma, pero... ¿Qué piensa del recién concluido VI Congreso del Partido Comunista Cubano?
ZV. El Congreso es otra farsa más del castrocomunismo. Que lo crean los periodistas extranjeros es comprensible, cada vez menos, pero que lo crean los propios cubanos es la sinrazón absoluta.

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