Texas
Apuntes de una Periodista
Desde hace varios años, personas atentas a las noticias, hemos visto el avance y la solidificación de pactos peligrosos en el Eje de países denominados "rebeldes" por Estados Unidos y las naciones aliadas.
La amistad de estos países sólo tiene el propósito de presentar un frente común contra el Coloso del Norte al que envidian por todo lo que es y ellos no son.
Las malas juntas de estos gobiernos son frecuentes, atraídas por los imanes del odio.
Una Meca de los encuentros es La Habana, centro del Mecanismo que luego es movido actualmente desde Caracas.
Aunque para la exportación se informa que las reuniones en Cuba son de trabajos bilaterales, no hay que tener mucha imaginación para adivinar las confabulaciones y tratos por debajo de la mesa que se hacen para avanzar en la ruta de ganarle partidas a Washington.
La polémica fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica es una de las operaciones donde hay involucrado dinero y ambición, manipulada por Chávez y Ahmadinejad, con la complicidad de Daniel Ortega.
Entre las muchas declaraciones de Ortega estos últimos días, está la de acusar a los países que votaron en contra de Nicaragua en la OEA y que piden que esta nación se retire de Costa Rica de narcotraficantes.
El ex presidente de Costa Rica Oscar Arias -premio Nobel de la Paz- nunca se movió como debía cuando fue mandatario para exigir un cambio al gobierno cubano en materia de derechos humanos.
Hoy siente el golpe en carne propia con la insolencia de de los socios de La Habana.
Dice Arias que el incidente fronterizo "no es más que un expediente para legitimar la devastación por parte del Presidente Ortega de la institucionalidad democrática nicaraguense., del desmantelamiento de los frenos y contrapesos, las libertades políticas y los mecanismos de alternancia en el poder que con todas sus precariedades fueron el legado de dos guerras civiles y más de 100.000 muertos en Nicaragua".
Agrega Arias: "...se trata de una violación que ya se perpetró en el descarado fraude de las elecciones municipales del 2008 y que se intenta consumar en el 2011, mediante la reelección de Daniel Ortega por cualquier medio, proceso en el cual este sainete militar es tan solo una estación más en el itinerario. Lo que estamos presenciando no es más que una vieja película en sepia, en la que el Comandante Ortega ha reemplazado al viejo Somoza con todos sus manes, hasta el de invadir recurrentemente a Costa Rica".
Ahora en el conflicto ha salido a declarar nada menos que el ex comandante sandinista Edén Pastora, quien -¡sorpresa!- dirige el dragado del río San Juan en disputa y quien amenaza que si Costa Rica “no respeta los límites... no vamos a vivir en paz”.
De estos se desprende que, el llamado “Comandante Cero” en sus días como guerrillero, está dentro de la confabulación nacida justamente en “Punto Cero” de La Habana, el sitio desde donde se proyectan todos los maquiavélicos complots que hoy afectan al Hemisferio.
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