Según reporta El Nuevo Herald.
Por LAURA WIDES-MUÑOZ. The Associated Press
Frascos con mezcla para daiquirí. Nueces finas. Papel para diarios. Pronto, hasta pastel de queso. No constituyen precisamente ayuda humanitaria, pero todas estas mercancías figuran entre los productos vendidos a Cuba bajo exenciones al embargo comercial.
Estas mercancías van a parar a un grupo de supermercados selectos en los que pocos cubanos pueden comprar, o a los hoteles y centros turísticos exclusivos, que la mayoría de los cubanos no pueden visitar.
El embargo fue dispuesto en 1961, en plena Guerra Fría, pero no ha impedido que Estados Unidos sea hoy la principal fuente extranjera de productos agrícolas que tiene Cuba gracias a las exenciones, gestionadas por estados agrícolas y que abarcan cientos de rubros, incluidos productos derivados de la madera y medicinas. Las ventas más grandes del año pasado fueron de productos básicos: maíz, por valor de $196 millones, pollo (139 millones) y trigo (135 millones), según la Oficina del Censo.
"Hay hipocresía en ambos bandos", sostuvo Andy Gómez, experto en Cuba de la Universidad de Miami. "Entre los estadounidenses, (las exenciones) fueron algo promovido por el gobierno para beneficiar a ciertos legisladores (de estados) que querían esas ventas. Del lado de Cuba, demuestra que el embargo de Estados Unidos no es lo que realmente perjudica al pueblo cubano".
Una de las primeras compañías que firmaron acuerdos comerciales con Cuba no vende productos agrícolas, sino mezclas para bebidas.
Rich Waltzer, propietario de Splash Frozen Tropical Drinks, de Fort Lauderdale, frecuentemente suministra a los cubanos las mezclas usadas en los daiquiris y margaritas que beben los turistas en el legendario Hotel Nacional. "Los turistas compran mis productos", reconoció Walker.
Waltzer, empresario norteamericano y otros colegas suyos han manifestado Las exenciones son tan amplias que incluyen cerveza, gaseosas y una serie de productos no comestibles como objetos de arte, postes de electricidad, armarios para la cocina y papel para diarios, adquirido en Alabama.
Pero el sector agrícola no se contenta con las actuales exenciones y desearía que también se levanten las restricciones a los viajes de turistas estadounidenses a Cuba, porque ello aumentaría la demanda de sus productos. En la actualidad pueden viajar a la isla desde Estados Unidos solamente los cubanos que viven en este país y ciertos grupos, como periodistas y académicos.
Frank Walker, ejecutivo de una firma alimenticia de Texas, viajó a Cuba el año pasado y gestionó una serie de contratos para la venta de productos exclusivos, como pasteles de queso al estilo neoyorquino, tartas de lima y tortas con ron. "Si la mezcla de daiquiri se vende en Cuba, entonces es lo que se va a exportar", dijo Erikson autor de "Las guerras de Cuba: Fidel Castro, Estados Unidos y la próxima revolución””
No hay que ser economista para saber a quien va a beneficiar estas ventas.
Si nos fuéramos a quitar la careta y si los “cubanos pro-ventas”, se sentasen y sumaran y restaran muy en el fondo tendrán que reconocer que se esta negociando a cambio de nada, porque de ahí el pueblo cubano no se lleva nada en la CANASTA.
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